Y tanto que hablan del fin de los días.
Con “fin de mundo”, ¿a qué se refieren?
Opción uno: se acabará la tierra, quizás el universo, e incluso, por qué no, se acaba Dios.
Opción dos y la más huevona: Se acaba la raza humana, llegan los caballos y demás blasfemia.
En una pequeña erudición (a la violeta) que tuve de la santísima, queridísima y hermosísima Bible, leí algo sobre que en algún momento, no sabemos cuál, se oirán unas trompetas tocadas por ángeles, sí, los mismos con los cuales Dios satisface sus deseos sexuales (¿no dice en la Biblia que el hombre fue hecho a su imagen y semejanza? Y si hay que reconocer algo es que somos calientes; por lógica, Dios es pedófilo, zoófilo, etc.) Luego llegarían unos caballos y blah blah blah. En ese momento habría de producirse el juicio final, ese del que nos han hablado desde niños. Vivos y muertos sometidos al Gran Juez, quien seguramente, con lo hipócrita que es, se habría llevado a uno que otro al cielo: a Juan Pablo II, a…mi abuela, y, probablemente, a don Francisco. Pero detengámonos un poco, ¿por qué siempre el juicio ha sido pensado sólo para los humanos? ¿Dios se olvida de los animales (olvidemos que somos animales también)?
Imaginemos: Dios se deshace de la inmundicia que tenemos por mundo, de la inmundicia que tiene la Iglesia y, por qué no, el neoliberalismo, el que, por supuesto, trabaja en conjunto a la santísima mencionada. Bueno, Dios nos saca, nos elimina, nos fumiga de la tierra, ¿qué tiene eso de malo?
La vecina de la esquina, probablemente piense que lo peor que podría pasar es que le quiten su vida, pero esto es parte en su absoluto concepto del individualismo.
A mí, me da lo mismo que alguien quiera preocuparse por su vida, quizás en exceso, me da lo mismo que no le importe aprovecharse de los demás para sacar provecho, pero lo que creo totalmente injusto es que los animales sean afectados por el individualismo humano.
Hicimos que los animales perdieran terreno, dejamos el aire hecho un basural, la tierra se está asando, qué no destruimos, y seguimos preocupándonos de que Dios nos quite la vida, que nos pudra en el infierno (si es que llegara a haber un infierno, y si es que existiera Dios)
Los animales nunca han podido defenderse de nosotros, hay matanzas indiscriminadas de ballenas, hemos extinto especies… ¡¿no nos basta para querer que el supuesto Dios nos extinga a nosotros?!
La raza humana es el peor error que pudo cometer tanto el Big Bang como la porquería que tenemos por dioses, y el peor error a cualquier teoría que exista para tratar de explicar lo estúpida de la existencia, incluso la del experimento marciano.
Se aceptan proposiciones de hora y día para suicidio masivo total.
Con “fin de mundo”, ¿a qué se refieren?
Opción uno: se acabará la tierra, quizás el universo, e incluso, por qué no, se acaba Dios.
Opción dos y la más huevona: Se acaba la raza humana, llegan los caballos y demás blasfemia.
En una pequeña erudición (a la violeta) que tuve de la santísima, queridísima y hermosísima Bible, leí algo sobre que en algún momento, no sabemos cuál, se oirán unas trompetas tocadas por ángeles, sí, los mismos con los cuales Dios satisface sus deseos sexuales (¿no dice en la Biblia que el hombre fue hecho a su imagen y semejanza? Y si hay que reconocer algo es que somos calientes; por lógica, Dios es pedófilo, zoófilo, etc.) Luego llegarían unos caballos y blah blah blah. En ese momento habría de producirse el juicio final, ese del que nos han hablado desde niños. Vivos y muertos sometidos al Gran Juez, quien seguramente, con lo hipócrita que es, se habría llevado a uno que otro al cielo: a Juan Pablo II, a…mi abuela, y, probablemente, a don Francisco. Pero detengámonos un poco, ¿por qué siempre el juicio ha sido pensado sólo para los humanos? ¿Dios se olvida de los animales (olvidemos que somos animales también)?
Imaginemos: Dios se deshace de la inmundicia que tenemos por mundo, de la inmundicia que tiene la Iglesia y, por qué no, el neoliberalismo, el que, por supuesto, trabaja en conjunto a la santísima mencionada. Bueno, Dios nos saca, nos elimina, nos fumiga de la tierra, ¿qué tiene eso de malo?
La vecina de la esquina, probablemente piense que lo peor que podría pasar es que le quiten su vida, pero esto es parte en su absoluto concepto del individualismo.
A mí, me da lo mismo que alguien quiera preocuparse por su vida, quizás en exceso, me da lo mismo que no le importe aprovecharse de los demás para sacar provecho, pero lo que creo totalmente injusto es que los animales sean afectados por el individualismo humano.
Hicimos que los animales perdieran terreno, dejamos el aire hecho un basural, la tierra se está asando, qué no destruimos, y seguimos preocupándonos de que Dios nos quite la vida, que nos pudra en el infierno (si es que llegara a haber un infierno, y si es que existiera Dios)
Los animales nunca han podido defenderse de nosotros, hay matanzas indiscriminadas de ballenas, hemos extinto especies… ¡¿no nos basta para querer que el supuesto Dios nos extinga a nosotros?!
La raza humana es el peor error que pudo cometer tanto el Big Bang como la porquería que tenemos por dioses, y el peor error a cualquier teoría que exista para tratar de explicar lo estúpida de la existencia, incluso la del experimento marciano.
Se aceptan proposiciones de hora y día para suicidio masivo total.
2 comments:
uiii
necesita apoyo para matarse pobrecita
mejor deja el suicidio masivo y matate sola, si lo haces
seguro todos seremos mas felices
y diremos:
Dios si existe!
:D
ja ja ja
ta weno en cierto grado es verdad lo q plantea..
pero weno
salutes
y cuidece
aios
made
la cuerva
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