Oui, Oui, c'est comme ça

Inútiles parecen las burlas de reojo.
Insistes con mi impertinencia ególatra,
crees que alguien soy.
Debe ser que es cierto que nos armamos en contra del otro.
Yo, tu hombre,
eres homosexual y no lo sabes.
No me impones nada y debe ser por la mierda.
Sí, sí,
era diarrea lo que veías.

La cosmovisión inaugurada por los pseudo poetas
se ve levemente infartada por tu cuerpo vulgarmente masculino.
Así me gusta,
que tengas tetas.

No me apetece tu sangre,
quiero lo de siempre,
un vasito de vino navegao + palabras de muerto,
en total suman dos besos y un paseo por los martes.

Salía del capullo la oruga de Freud y horas más tarde
tus labios brillaban como los de una prostituta.
Me miraste con los ojos chinos
y el saludo frío,
es saludo de nosotros,
somos hombres y aún no descubres que eres homosexual.

¿Por qué hablas como l’homme de ma rêve?
¿Te crees macho, puta?

Y ahora está soleado.